Pancitas Llenas, Mentes Activas

Reconocemos que el hambre tiene un impacto negativo en el rendimiento académico y el bienestar emocional de nuestros estudiantes. Por lo tanto, nuestro proyecto no solo se enfoca en proporcionar alimentos nutritivos, sino también en crear un entorno de apoyo para las familias. Creemos que al abordar el hambre, estamos creando las bases para un futuro más brillante y equitativo para nuestros niños y niñas.

DATOS ESTADÍSTICOS:

En Ecuador, 27% de niños menores de 2 años sufre desnutrición crónica. UNICEF.
La desnutrición crónica es uno de los mayores problemas de salud pública en Ecuador, siendo el segundo país de América Latina y el Caribe con mayores índices después de Guatemala. UNICEF.
En Ecuador, se estima que los costos de la malnutrición representan un 4,3% del PIB en términos de costos de salud, educación, cuidado y pérdida de productividad. UNICEF.
Un niño o niña con desnutrición crónica puede tener problemas de aprendizaje en la edad escolar, sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles, como hipertensión o diabetes en la vida adulta, y dificultades para insertarse en el mercado laboral. UNICEFF.
En el entorno viven familias muy pobres y, por lo general, son migrantes indígenas o campesinos que se dedican al reciclaje, que manufacturan ladrillos o que se dedican a la venta ambulante. “Los que más tienen, se dan el lujo de comer dos veces al día”, retrata. Pero también, sabe la educadora, hay familias que comen una sola vez y a veces ni siquiera eso.
Es todo lo que alcanza tras una jornada promedio de 11 a 12 horas diarias con unas ganancia de seis dólares diarios. Poco más.